"El paro juvenil me quita el sueño".

Cuando el desempleo en España supera la cifra de 5.000.000; cuando los deshaucios diarios se cuentan por cientos; cuando el hambre en España alcanza el millón de personas; cuando en menos de un mes han salido cientos de miles de trabajadores a la calle en contra de la destrucción de sus derechos laborales; cuando la emigración es una realidad presente en nuestra juventud; cuando en cada manifestación se tiñen de rojo, amarillo y morado las calles de España; cuando Juan Carlos es un monarca impuesto por un dictador; cuando la Casa Real está siendo investigada por delitos de corrupción; cuando la Casa Real nunca se ha pronunciado, salvo en navidad (será un efecto de la conciencia cristiana), acerca de la extrema situación por la que atraviesan  los trabajadores que la mantienen... la expresión "el paro juvenil me quita el sueño", mencionada por el Rey, más que inoportuna, resulta insultante hacia un pueblo históricamente despreciado por los monarcas que han gobernado en cada momento.

Juan Carlos pasará a la historia, al igual que sus antecesores desde hace siglos, como un monarca hipócrita, títere al servicio del capital.