El pasado 21 de julio, el gobierno procedía a ejecutar las medidas oportunas que permiten la liberalización del sector ferroviario español, que se llevarán a cabo el 31 de julio del próximo año 2.013.
Según el gobierno, se adoptan estas medidas porque "la actual situación económica exige la máxima eficiencia en la gestión de servicios públicos y en la regulación de determinados mercados y medidas en ámbitos de actuación administrativa, de forma que se pueda asegurar el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria y se permita un mejor desenvolvimiento de los sectores productivos, así como una gestión más eficiente de los servicios de transporte"; y todo ello contribuirá a que "tanto Renfe-Operadora como otros operadores ferroviarios puedan prepararse para competir mediante la prestación de servicios ferroviarios de viajeros que discurran sobre la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG), de titularidad Estatal, lo cual redundará en beneficio de los usuarios de este modo de transporte y a dinamizar el sector económico vinculado a esta actividad"*.
Como resumen, podríamos decir que el gobierno pretende hacernos creer que la solución a los problemas financieros de España pasa por mal-vender los medios de producción de los sectores económicos estratégicos estatales a multinacionales extranjeras que no aportarán al Estado otra cosa que una mínima parte de los beneficios en forma de impuestos, teniendo en cuenta que los impuestos a las sociedades en España son de los más bajos de Europa; pretende hacernos creer que el sistema de transporte ferroviario no es rentable para el Estado pero sí para una multinacional privada, sin entender muy bien el razonamiento lógico que lleva a esa conclusión; y pretenden hacernos creer también que la crisis se soluciona optimizando la productividad aplicando métodos laborales flexibles (recogidos en las sucesivas reformas laborales) que provocará la supresión de puestos de trabajo y reducción de masa salarial, incidiendo negativamente sobre el consumo interno de nuestro país, cuestión ajena a las grandes multinacionales extranjeras.
Por otro lado, la disposición recoge también la supresión de FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), siendo ésta absorbida por Renfe-Operadora y Adif, lo que ha supuesto la supresión de líneas y servicios, lo cual ha provocado la protesta de varios sectores políticos, especialmente en Galicia.
Como resumen, podríamos decir que el gobierno pretende hacernos creer que la solución a los problemas financieros de España pasa por mal-vender los medios de producción de los sectores económicos estratégicos estatales a multinacionales extranjeras que no aportarán al Estado otra cosa que una mínima parte de los beneficios en forma de impuestos, teniendo en cuenta que los impuestos a las sociedades en España son de los más bajos de Europa; pretende hacernos creer que el sistema de transporte ferroviario no es rentable para el Estado pero sí para una multinacional privada, sin entender muy bien el razonamiento lógico que lleva a esa conclusión; y pretenden hacernos creer también que la crisis se soluciona optimizando la productividad aplicando métodos laborales flexibles (recogidos en las sucesivas reformas laborales) que provocará la supresión de puestos de trabajo y reducción de masa salarial, incidiendo negativamente sobre el consumo interno de nuestro país, cuestión ajena a las grandes multinacionales extranjeras.
Por otro lado, la disposición recoge también la supresión de FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), siendo ésta absorbida por Renfe-Operadora y Adif, lo que ha supuesto la supresión de líneas y servicios, lo cual ha provocado la protesta de varios sectores políticos, especialmente en Galicia.
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* Disposición 9772 del BOE con fecha 21 de julio de 2.012. (Enlace a documento oficial)
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